Quizá en algunas ocasiones te has sentido desesperada porque intentas cambiar y tienes muy buenas intenciones de hacerlo, pero sin embargo no puedes lograrlo o a los pocos días vuelves a tomar las mismas actitudes de antes. Tal vez, hayas ido a
terapias, asistido a cursos motivacionales o
leído varios libros de autoayuda y no cambias, te sigues sintiendo igual o peor que antes. ¿Pero porqué nos pasa
esto?. Algunas de las razones pueden ser las siguientes:
1. Existe un temor de ser influenciados por los demás: A las personas se nos dificulta aceptar “nuestros errores” y a veces “el ego lo tenemos demasiado alto”, no nos gusta que alguien nos haga observaciones y entonces surge una resistencia y nos preguntamos ¿quién es el o ella para decirme esto? Y puede que nos sintamos agredidos, rechazados o juzgados por esa persona que “se atrevió a decirnos que hacer con nuestra vida”. Para que verdaderamente exista un cambio, la persona debe de ser lo suficiente sencilla y humilde para reconocer que no es perfecta y “permitir la ayuda de alguien más”, solamente cuando la persona este en la disposición de querer cambiar y tenga ese deseo entonces es cuando se dan los verdaderos cambios, pero para eso se debe de trabajar con ese “ego” que es el que impide muchas veces el crecimiento personal. Tienes que convencerte de que nadie es perfecto y dejar de culparte por tus errores.
2. El distanciamiento hacia ciertas personas produce miedo: Cuando la persona decide ir a una terapia o acudir a ciertos talleres se puede dar cuenta de que mantiene ciertas relaciones “codependientes” con algunas personas y que tiene que trabajar en los límites o bien alejarse de ellas porque eso le produce malestar en su vida. Sin embargo, algunas veces, en la práctica la persona prefiere seguir sufriendo maltratos o tener relaciones disfuncionales a ser asertivo y defender sus derechos, porque no tiene tolerancia al rechazo y le da miedo a ser abandonado o excluido de algún grupo social.
3.
El miedo a crecer: Cuando la persona ha acudido a un trabajo personal se percata de que tiene que hacerse responsable de su vida y no ponerse más en el rol de “víctima” porque eso no la ayuda a crecer. Sin embargo, el crecer implica aceptar la vida tal cual es (con sus días soleados y nublados) y que no podemos pedirle a nadie que cuide de nosotros y un aspecto importante es saber que solamente depende de nosotros si queremos vivir en la felicidad o la tristeza a pesar de las circunstancias externas.
4. En ocasiones somos adictos a las emociones que nos producen tristeza. En varias ocasiones, el sentir paz produce en la persona un estado de aburrimiento y ansiedad, entonces ella misma puede provocar pensamientos de experiencias pasadas que le desencadenan emociones más fuertes. Crecemos en sociedades en las que se exalta el sacrificio y el dolor y desde pequeños escuchamos creencias relacionadas a que “en la vida todo cuesta trabajo” o “Tenemos que sacrificarnos por el amor a los demás”, entre otras. El resultado es que la felicidad nos dura muy poco porque en el fondo creemos que no la merecemos y que somos “egoístas si somos felices”. Con esto te sugiero que comiences a cuestionar esas creencias que no te permiten vivir en paz y tranquilidad y que las cambies por creencias más liberadoras y expansivas. Realmente para que de verdad existan cambios se deben de tomar acciones, si vas
con el mejor terapeuta de este mundo, tomas talleres motivacionales, lees libros y
sigues igual lo que tienes que hacer es
verdaderamente preguntarte ¿Por qué
no me permito cambiar?, ¿Qué tengo que hacer para sentirme feliz?, ¿Quién es
responsable de mi felicidad?, ¿Para que me sigo haciendo daño?.
Quizá
con las respuestas a estas preguntas comiences a percatarte que la única
responsable de lo que esta ocurriendo en tu vida eres tu misma y que solamente depende ti que quieras agradecer la vida que tienes y aceptarla o seguir
lamentándote y reprochándote situaciones que no puedes controlar.
Recuerda que
pedir ayuda te puede convertir en una persona mucho más fuerte y valiente
que el seguir haciéndote la víctima de lo que pasa.
“
TU DECIDES SI QUIERES VIVIR TU VIDA DESDE EL MIEDO O DESDE LA ACEPTACION Y EL AMOR, PERO SI LA VIVES DESDE EL MIEDO NO TE QUEJES DE LO QUE OCURRE EN TU VIDA Y SI LA VIVES DESDE EL AMOR DISFRUTA Y COMIENZA A SER VERDADERAMENTE FELIZ
.
LIC. SHARON KORNHAUSER LOPEZ