El tener pareja puede ser en ocasiones fascinante ya que el
hecho de compartir nuestro tiempo con alguien que nos gusta y que tiene
intereses en común es una experiencia muy agradable. Sin embargo, ¿Qué pasa
cuando nuestra pareja ya no es realmente pareja?, es decir cuando se pierde la
atracción, la satisfacción de estar juntos, el respeto o simplemente ya no hay
metas en común. En muchas ocasiones las personas siguen juntas por costumbre o
porque hay un enorme miedo a la soledad y entonces la persona prefiere estar al
lado de alguien aunque no sea feliz. ¿Por qué nos hacemos eso a nosotras
mismas?, ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo confiar en nosotras?. La respuesta
tiene que ver en gran parte con las creencias que nos han transmitido la
sociedad y nuestra familia. Desde que la mujer es pequeña le van “depositando”
miedos y falsas ilusiones, por ejemplo le cuentan historias de príncipes azules
que rescatan a las princesas, le dicen que las “niñas bonitas no se enojan”, le
compran “muñequitas para que las cuide”, etc. Entonces el rol que va
adquiriendo la “mujer” es de servir a los demás y vivir para los demás, por lo
tanto esto va dañando su esencia más natural, su autoestima y su confianza en
sí misma.
Las ventajas
de estar sola por un tiempo son enormes, una de ellas es que el estar sin
pareja te permite tener tiempo para conocerte más, te hace ser más independiente y
autónoma y te ayuda a saber qué es en realidad lo que te gusta y lo que no te gusta. Una
segunda ventaja es que al estar sola enfrentas tus miedos, es decir si antes
tenías que depender de “un hombre para que te llevara tu coche al mecánico”,
ahora te das cuenta que lo tienes que hacer tu misma y al enfrentar nuevas
situaciones se van quitando tus miedos y te vas sintiendo más fuerte. Sin
embargo, la principal razón para aprender a estar sola es porque debes de
confiar en ti y en un poder Superior, debes primero amarte, respetarte
y tratarte como una joya, y sobre todo tú cuidar de ti misma. Recuerda que la persona más influyente hacia
ti debes de ser tu, ten cuidado con lo que te dices a ti misma, trátate bien, y
no permitas que los demás te maltraten.
Cuando te encuentres sola aprovecha y valora ese espacio y te sugiero que te preguntes en esos momentos lo
siguiente:
¿Qué puedo hacer por
mí en este momento para sentirme mejor?
¿Qué beneficios obtengo al estar conmigo misma en este
momento?
¿Para qué quiero estar necesariamente con alguien?
¿Cuál es el miedo que
tengo de estar sola?
Cuando te respondas a
estas preguntas te darás cuenta que puedes cuidar de ti, que la plenitud y
felicidad viene del poder interno y que las creencias que te limitan las puedes
cuestionar y sustituirlas por creencias más liberadoras que te permitan vivir
el aquí y el ahora. Cuando seas tú misma tu mejor aliada, entonces sí estarás preparada para vivir en
pareja, y te aseguro que tu relación será más sana. Recuerda que para tener una
relación feliz, primero debes hacerte feliz a ti misma, si quieres que los
demás te den amor, primero debes de darte tu misma amor, si quieres estar con
un hombre sano primero debes sanar tu corazón. ¿No crees entonces que existen
varias razones para que primero puedas reconciliarte con la soledad?. Trata de
vivir esos momentos con pensamientos que produzcan tranquilidad y paz y verás
que les podrás sacar el mayor provecho y con esto te darás cuenta del tesoro
que tenías enterrado en tu corazón.
Te dejo con una bonita oración de la terapia gestalt que está
enfocada a la relación de pareja, reflexiónala, trabaja en ti y entonces verás
grandes cambios en tu persona.
Artículo escrito por: Lic. Sharon
Kornhauser López