Todos los seres humanos
experimentamos una gama de emociones que son las que nos permiten conectarnos
con el medio ambiente. Entre ellas se encuentran: la alegría, la tristeza, el
enojo, el miedo, etc. Ninguna emoción es positiva o negativa, en sí todas las
emociones tienen su función, sin embargo existen algunas que son experimentadas
por pensamientos recurrentes que poco tienen que ver con la realidad presente.
En este artículo, nos centraremos en la emoción del miedo.
El miedo es un mecanismo de alarma y protección del ser humano, este
le permite a la persona ponerse alerta cuando está en estado de peligro y
reaccionar ante la adversidad. Cuando estamos conduciendo de noche en una
autopista con lluvia muy intensa y de repente sentimos el palpitar del corazón
más rápido es porque es una señal que nos esta advirtiendo que debemos de tomar
más precaución y estar más alertas.
¿CUANDO EL MIEDO SE CONVIERTE EN ALGO NEGATIVO PARA NUESTRA VIDA?
El miedo se convierte en algo
negativo cuando es irracional y esta infundado en pensamientos y creencias erróneas
acerca de la realidad en la que se está viviendo y esto puede conducir a
estados de pánico o fobias. Por ejemplo,
se puede desarrollar una fobia a los perros que no permite caminar tranquilamente por las calles o fobia
a las alturas que no permite subir a un
avión.
De acuerdo a Freud, existen dos
tipos de miedos: el miedo real y el neurótico. El miedo real existe cuando la
dimensión del miedo esta en correspondencia con la dimensión de la amenaza.
Existe el miedo neurótico cuando la intensidad del ataque del miedo no tiene
ninguna relación con el peligro. Por ejemplo, cuando una persona no quiere
salir porque piensa que le va a pasar algo, estamos hablando de un miedo
neurótico.
¿QUE SE PUEDE HACER ANTE EL MIEDO NEUROTICO?
Para poder distinguir del miedo
neurótico al miedo real es necesario hacerte preguntas y llegar a respuestas
lógicas. Por ejemplo si estas tranquilamente por la calle y de repente tienes
miedo, es importante que te preguntes: ¿Por qué tengo miedo?, ¿es real que
estoy ante algún peligro?, ¿Qué puedo hacer para que el miedo no me domine en
estos momentos?, ¿En otras circunstancias me pasa lo mismo?, ¿Cómo reaccionaría
si tuviera control sobre mi miedo?. ¿Si el miedo es real que me está queriendo
decir?, ¿Si el miedo es neurótico que debo de pensar para sentirme mejor?
A veces, es necesario recurrir
con un terapeuta para que pueda ayudar a encontrar el origen de tu miedo y
poder trabajar con tus pensamientos y creencias que te están impidiendo gozar
tu presente, es importante reconocer hasta donde el miedo domina tu vida y si predomina en tu vida entonces algo está pasando y debes trabajar en ti para que puedas disfrutar plenamente de tu presente y futuro.
Si tienes algún comentario o duda
contáctame a: mujeresdinamicas@gmail.com