“¿Qué he querido hacer y no he hecho?”

¿Alguna vez te has hecho esta pregunta? ¿alguna vez te ha hecho alguien esta pregunta?  y lo más importante de todo ¿alguna vez has dado una repuesta sincera a esta pregunta?

Tal vez éste es el momento de que lo hagas. Sólo te pido un minuto, cierra tus ojos, respira profundo y exhala lentamente. Enseguida repite en voz alta: ¿qué he querido hacer y no he hecho? 

Se honesta con tu respuesta, no hay respuestas buenas ni tampoco respuestas malas, solamente está la respuesta que pasa por tu mente y la emoción que provoca en tu corazón.  Esa emoción que causa en ti es el resultado de las circunstancias en las que te encuentras en este momento de tu vida, sea satisfactoria o no.

Ahora te pregunto: ¿qué quieres hacer con este sentimiento? ¿perderte en tus circunstancias y olvidar aquello que más te importa o tomar el mando de tu vida y alcanzar tus objetivos?

Esto que acabo de mostrarte es un ejercicio de coaching, pero ¿qué es el coaching? El coaching más que un término que está de moda y se escucha hasta en los programas de espectáculos es una realidad que las empresas y las personas, de prácticamente todo el mundo, vienen aplicando desde hace más de 20 años. El coaching es una habilidad, es una técnica, es un arte que te ayuda a extraer todo el potencial que hay en ti. Por su valía, en la actualidad el coaching ha cosechado un amplio reconocimiento. 

Un Coach es un facilitador del aprendizaje que te acompaña  en una búsqueda de tu capacidad de aprender para generar nuevas preguntas y por lo tanto nuevas respuestas, lo que se traduce en nuevos resultados en tu vida. El Coach tiene la premisa de considerar al cliente experto en su propia vida, por lo que el Coach no es un consultor “Un Coach diestro rara vez da o prescribe soluciones” (John  Whitmore). Un Coach tampoco es un experto en psicología, por lo que el coaching no es terapia. Entonces ¿quién acude con un Coach? Algunas de las personas que han acudido con un Coach son personas que se sienten “atrapadas”, desmotivadas y con sentimientos de incompetencia ante circunstancias difíciles y alternativas riesgosas. 

Las circunstancias que llevan a una persona a iniciar un proceso de coaching pueden ser muy diversas entre ellas: un quiebre personal, resolver un conflicto interpersonal o alcanzar un objetivo profesional. Con la intención de abrir nuevas posibilidades de acción y que el cliente asuma el poder que está en sus manos, lo cual traerá como consecuencia una  transformación personal.

Al entrar en un proceso de coaching inicias un viaje de autodescubrimiento que puede tener un poderoso efecto en tu éxito personal y profesional, en tus habilidades deportivas y de otro tipo, así como en la calidad de tus relaciones con los otros en el trabajo y en el hogar.

Como puedes ver el coaching puede traer resultados extraordinarios a tu vida. ¿Qué has querido hacer y no has hecho? ¿qué nuevas posibilidades abre esto para ti?

Victor Manrique

Coach Profesional Certificado